¿Quién es Irina?

Soy arquitecta, ceramista, y gestora cultural.

Conocí el mundo de la cerámica a los 5 años, porque mis tíos tienen un taller de cerámica
de alta temperatura en La Huacana, Michoacán, un pueblo muy cerca de Zamora, Michoacán. Desde los 5 años pasaba mis vacaciones allá, y me metí al taller con mi tío a ayudarle,
paralelo a eso, dese la primaria hasta la universidad, iba a clases al taller de escultura y cerámica de Hilda San Vicente que se llama “El Olvido”, también tomaba clases de pintura y dibujo con Gilberto Aceves Navarro entonces siempre tuve esta información de artes plásticas.

Estudié arquitectura y la maqueta de mi proyecto de tesis la hice en cerámica y gracias a esa maqueta, años después, me buscó Tatiana Bilbao, para hacerle algunas piezas para una exposición que iba a montar en MARCO, Mty. y que terminó exponiéndose en Dinamarca. A raíz de ahí salió esta fusión
entre arquitectura y cerámica, que han sido dos disciplinas muy presentes en mi vida.

La funcionalidad y el tema utilitario siempre me ha llamado la atención, entonces siempre
he trabajado una línea de platos, vasos, una serie de objetos escultóricos utilitarios.

Irina Estudio tiene estos tres grandes fuertes: cerámica, arquitectura (a la fecha
remodelo departamentos) y finalmente gestión cultural.

 Irina usando su Overol Pita en Blanco.

Cuéntanos sobre tu proceso creativo.
- ¿Cómo atraviesas ese viaje desde que te imaginas una pieza hasta que la construyes? - 

Algo muy importante en mi proceso creativo, es que siempre que sueño algo, me despierto y lo dibujo, no siempre son formas, por ejemplo, puedo soñar que tú estabas en mi casa y
puedo dibujar el plano y hacer el recorrido, poner la sala, el comedor...pero de algunos
garabatos de mis sueños han salido muy buenas piezas.

Tengo una cierta línea que es no intentar reproducir una pieza de otras partes, evito buscar
referencias, más que lo que tengo en la cabeza por lo que he leído, visto y demás, y así
empezar de cero.

Y con la premisa, que es maravilloso en la cerámica, que cuando empiezas a construir una
pieza puede ser modificada las veces que quieras hasta que se seque. Si no te gusta lo quitas, si lo quieres más alto le pegas, si lo quieres más pequeño, lo cortas, y ese juego de que todo
puede suceder, me fascina. Es respetar que lo que el material vaya dictando más que obligar a que sea algo que traes en la cabeza.

Siempre intento tener referencias naturales, trabajar con cosas que me encuentro al caminar, o
cuando estoy en el mar o en las montañas. Tengo una serie de colección de piedras, conchas y ramas que me sirven mucho como herramientas.

Mi referencia con respecto a la línea de cosas utilitarias, es la comida: el maíz, la tortilla, frutas y de ahí voy creando estas piezas. Recientemente trabajé con Enrique Olvera para hacer los platos de Ticuchi y la idea era hacer una tortilla de cerámica que fuera un plato.

¿Cuál es tu canción del momento?

¡Qué buena pregunta!. ¡Es una de reggateón que me encanta!

-Sobrio, de Maluma.

Pero con qué música trabajo...Si estoy creando una pieza, es música clásica, me encanta la
ópera. Sin la voz, pero la sinfonía de la ópera. Me relaja mucho. Y no tienes mucha
información todo el tiempo, por ejemplo, cuando estoy escuchando reggateón, todo el tiempo estoy atenta a lo que dice la canción.

Cuando estoy en el torno que es, subir y bajar una pieza, reggaetón cien por ciento.

 Irina con Olivia usando su vestido Malu. 

Conoce más del trabajo de Irina a través del Instagram de Irina Estudio.
Fotos por Maya Kariana.